Para fortalecer nuestro sistema inmune podemos incluir en nuestra dieta diaria a diversos cultivos de nuestra sierra, considerados como auténticos superalimentos por su alta concentración de nutrientes esenciales para elevar nuestras defensas y optimizar el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Conoce los beneficios de los siguientes cultivos andinos:
Yacón: tubérculo andino y originario del Perú posee un alto contenido de inulina, fibra dietética que ayuda al organismo a metabolizar la glucosa y reducir los índices de colesterol y triglicéridos. Por ello su consumo es muy importante para las personas que padecen de diabetes y dislipidemia.
Es excelente para las dietas hipocalóricas por su alta concentración de fibra y agua. Por contener minerales como calcio y magnesio reduce los riesgos de osteoporosis y proporciona alivio a problemas gastrointestinales.
Cañihua: tiene un alto contenido proteico que puede aprovecharse en las dietas escasas en carnes. Posee un balance de aminoácidos de primera línea que contribuyen a mantener e incluso incrementar la masa muscular. Es particularmente rica en aminoácidos como lisina, isoleucina y triptófano, que sirven para fortalecer el sistema inmunológico tanto en niños como en adultos.
Arracacha: la parte tradicionalmente comestible es la raíz, que asemeja a una zanahoria engrosada, que puede ser de color blanco, amarillo o morado según la variedad. Es muy digerible, dado que contiene un almidón muy fino. Entre los nutrientes que posee destaca su alto contenido de calcio y fósforo, nutrientes esenciales para evitar enfermedades como la osteopenia y la osteoporosis.
También contiene vitaminas A y C (17 miligramos que equivalen al 28 % del requerimiento diario), poderosos antioxidantes que contribuyen al buen funcionamiento de los sistemas inmune, circulatorio, muscular, óseo y favorece la buena salud ocular.
Chuño: este alimento ancestral andino, derivado de la papa, es una gran fuente de calcio y hierro, además que mantiene todas las propiedades nutricionales de nuestro tubérculo emblemático. Contiene hierro, vitamina D, C, B6, magnesio y potasio, sustancias que transforman a este alimento en la penicilina natural al curar enfermedades como úlceras, gastritis y otras dolencias gástricas, así como problemas respiratorios, caída de cabello, enfermedades de la piel y, por su alta concentración de calcio, previene la osteoporosis.
Chirimoya: esta fruta aporta un alto valor energético a la dieta por su elevado contenido de carbohidratos. Es rica en fibra y vitaminas del complejo B y potasio. Es una fuente apropiada de vitamina C, un nutriente que participa en la síntesis del colágeno, huesos y dientes. Actúa como potente antioxidante, al proteger a nuestras células de la oxidación y fortalece nuestro sistema inmune frente a las infecciones, sobre todo respiratorias.
Kiwicha: posee un alto valor en proteínas y minerales como calcio, fósforo, potasio, zinc, entre otros. Cien gramos de kiwicha aporta 428 calorías, de los cuales el 70 % son almidones; 14.5 % proteínas y 7.8 % de grasa.
Su alto contenido en aminoácidos, especialmente de lisina, favorece el desarrollo cerebral y muscular. Además, puede ser consumido por madres gestantes e infantes, al aportar calcio, fósforo y hierro, minerales que fortalecen los dientes, huesos y sangre.
La infusión obtenida por los tallos de esta planta, actúa como un efectivo laxante. Asimismo, aplaca los dolores reumáticos y menstruales.
Maca: tubérculo andino, posee un perfil nutritivo similar al de los cereales, con un 60 % de carbohidratos; 10 % de proteína; 8.5 % de fibra y 2.2 % de grasas. Esta composición aporta gran cantidad de energía que ayuda a sobrellevar con éxito el desgaste de las actividades diarias, tanto a nivel físico como mental, favoreciendo la concentración. Contiene ácido linolénico, palmítico y oleico que contribuyen a reducir el colesterol y enfermedades cardiovasculares.
También es fuente de minerales esenciales como calcio, magnesio, fósforo, potasio, azufre, sodio, cobre, hierro, zinc, selenio, yodo, bismuto manganeso, silicio y estaño, ideal para robustecer el sistema inmune del organismo, así como la formación y resistencia de huesos y músculos, sistema nervioso y producción de hormonas.
Maíz gigante: cultivo con denominación de origen que es uno de los estandartes alimentarios del departamento de Cusco. Es un alimento altamente energético y rico en nutrientes digestibles. Es rico en calcio, fósforo, magnesio y potasio. También posee vitaminas del complejo B (B1, B2 y B5), así como ácido ascórbico. Cereales como el maíz suministran cantidades notables de proteínas y otros nutrientes. Por su contenido de grasas poliinsaturadas, favorece el funcionamiento del sistema cardiovascular.
Maíz morado: posee antocianinas, que son poderosos antioxidantes, además de minerales como el hierro, fundamental para mejorar los niveles de hemoglobina en la sangre y combatir males como la anemia y la desnutrición. También posee calcio, que es clave para la correcta formación y fortalecimiento de huesos y dientes. Además, presenta fósforo, esencial para la formación de proteínas necesarias para el desarrollo, reparación y conservación de células y tejidos.
Otras propiedades descubiertas en el maíz morado tienen relación con la mejora de la circulación sanguínea, por lo que se recomienda su consumo frecuente a personas que padecen hipertensión arterial. Asimismo, ayuda a disminuir el colesterol malo y con ello ayudan a evitar o reducir la dislipidemia; y protege las arterias y venas de la fragilidad capilar, por lo que evita las hemorragias.
Investigaciones, como la del científico peruano Mario Carhuapoma han comprobado que las antocianinas presentes en el pigmento morado contenido en el corazón o “coronta” y también en los granos de este tipo de maíz, contribuyen a prevenir la formación del cáncer de colon y de otros órganos del cuerpo humano.
Papa: tubérculo más representativo del Perú es una poderosa fuente de vitaminas, en especial las del complejo B como la piridoxina, tiamina, niacina, ácido pantoténico y fólico. También es una excelente fuente de minerales como manganeso, fósforo, cobre, potasio, magnesio y hierro.
Quinua: un grano de alto valor nutritivo, dado que aporta proteínas, ácidos grasos insaturados y minerales. Por su contenido de fibra, superior al 6% del peso del grano, favorece el tránsito intestinal, estimula el desarrollo de bacterias benéficas y ayuda a prevenir el cáncer de colon.
Es un alimento libre de gluten, apropiado para los celíacos o personas que no pueden consumir trigo y sus derivados.