En la región Tacna, más de 2800 habitantes del distrito Ite recibieron agua en los caños de sus casas con alta concentración de metales dañinos como boro y arsénico y, además, residuos de heces fecales que impactan directamente en su salud.
Según el último informe sobre la calidad de agua, que realizó la municipalidad en el 2019, se halló 7,2 mg/L de boro y 0.43 mg/L de arsénico. La carencia del vital recurso hídrico ha limitado las actividades en el sector agrícola, ha perjudicado el desarrollo del turismo y ha afectado las actividades cotidianas de los habitantes.
“En cuanto a la cuestión del agua, tenemos una problemática muy crítica y álgida tanto para consumo humano como para la agricultura. Tenemos un problema latente desde los distritos de las provincias de Candarave y los municipios de Locumba e Ilabaya, en la provincia de Jorge Basadre, que vierten todos sus desagües al rio Locumba. Estas aguas llegan a Ite y por eso hay una contaminación ambiental critica, esa agua es intomable en cualquier parte del mundo, es la peor que llega a este distrito”, lamenta el agricultor Jorge Villar Agurto a El Comercio.
El también integrante de Comisión de Regantes del Valle de Ite mencionó que debido a la mala calidad del agua, solo pueden sembrar ají, cebolla, chala y alfalfa. Otros cultivos alternativos, entre ellos las frutas, son imposibles de plantar. Y no solo eso, en cuanto al turismo, los visitantes que llegan al valle evitan tener contacto con el agua o consumir los alimentos zona por temor a estar ingiriendo metales tóxicos.
Origen
Desde la creación del Ite en 1961, los habitantes solían abastecerse del agua que les proveía el río Locumba; sin embargo, con el pasar de los años, la expansión de la población y la actividad minera, se detectó la presencia de metales y desechos orgánicos de desagües en el torrente. Ite al ser cola de cuenca es una de las zonas más afectadas por la contaminación que emerge de las comunas aledañas.
Recién en el 2005, el municipio logró construir una pequeña Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP), pero no fue suficiente ya que los metales aún permanecían en el agua. Por ello, para evitar que más personas continúen consumiendo agua contaminada, se optó por traer el recurso desde uno de los pozos subterráneos ubicados en el distrito de Locumba a fin de repartirlo a través de cisternas, cada tres días por semana.
En la actualidad, la población convive con dos tipos de agua: la contamina y la saludable. La primera es para el aseo, para regar sus sembríos y otras actividades, mientras que la segunda es exclusivamente para beber y cocinar sus alimentos.
El gerente municipal, Christian Huacani Limache, señala que, para revertir esta situación y mejorar la calidad de vida de los vecinos de Ite, la actual gestión ha puesto en marcha el proyecto “Ampliación de los sistemas de abastecimiento de agua potable con la instalación de plantas sectoriales de osmosis inversa en el distrito de Ite”.
La obra consiste en instalar cuatro plantas en cuatro puntos estratégicos de la comuna y con la cual se pretende lograr obtener agua de calidad y superar los problemas de presión hídrica que afectan a la comuna. El ambicioso proyecto tiene un costo de más de S/ 9 millones y sus autoridades han asegurado que el próximo mes de marzo la obra entrará en funcionamiento.
“Estamos tomando solo el proyecto H20 para que complemente al proyecto de osmosis inversa. La obra tiene un avance del 30% y nuestra meta es ponerlo en funcionamiento en el mes marzo”, puntualizó Huacani Limache.