No solo los altos precios de los fertilizantes y otros insumos (hasta 400 soles el saco de fertilizantes compuestos), sino también la falta de precipitaciones estacionales pone en riesgo a la campaña agrícola 2022-2023, que mostró un magro avance del 7% hasta septiembre.
De las 91,004 hectáreas previstas por la Dirección Regional Agraria (DRA)-Apurímac, solo se ha instalado 6,370 ha hasta ese mes.
Para mitigar el impacto de los altos costos de los insumos, la DRA-Apurímac distribuyó 4,000 kilogramos de semilla de papa INIA-Canchán y “Serranita” a 45 familias de las localidades de Lambrama, Atancama, Urpipampa, Siusay y Pichuica. Algo es algo.