Hoy, 12 de julio, se conmemora el “Día Nacional de las Legumbres”, con la finalidad de impulsar su producción y consumo por las ventajas y beneficios que aportan como fuente indispensable de proteínas de origen vegetal, convirtiéndose en una herramienta fundamental en la lucha contra la pobreza.
Las legumbres son uno de los pocos alimentos ricos en proteínas. Son alimentos bajos en grasa y ricos en fibras. Además de contribuir durante su periodo vegetativo a fijar el nitrógeno atmosférico en la tierra, permitiendo recuperar la calidad de los suelos para lograr cosechas muy productivas y sostenibles.
Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y riego (Midagri), en el Perú las legumbres representan, además, una importante fuente de ingresos para 140 000 familias de pequeños productores de la agricultura familiar que se dedican a su cultivo, en 23 regiones del país, logrando producir un total de 287 000 toneladas en más de las 214 000 hectáreas que conducen a nivel nacional, permitiendo generar 12.6 millones de jornales de empleo directo.
Las principales regiones productoras de legumbres son Cusco, Cajamarca y La Libertad.
Nuevas variedades e investigaciones
En los últimos cuatro años, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) ha puesto a disposición del productor las variedades de tarwi INIA 445–Masacanchino y haba INIA 444 – Siwina, las cuales ofrecen un rendimiento de hasta 4 toneladas por hectárea.
Además, tienen la capacidad de tolerar condiciones de frio, así como efectos del cambio climático, poseen granos con más del 36 % de proteínas y toleran a las principales plagas y enfermedades como Botrytis fabae y Uromyces fabae. Esto fortalece la competitividad del cultivo en los diferentes mercados.
Hasta la fecha son cinco proyectos de investigación e innovación que viene impulsando el INIA en leguminosas, los cuales están orientados a incrementar el rendimiento por área de producción, así como la de identificar genes utilitarios para ser empleados en la conformación de nuevas variedades resilientes al cambio climático.
En tanto, a través del proyecto Proagrobio, el INIA viene caracterizando y valorando las colecciones de leguminosas que se encuentran en las regiones de Amazonas, Loreto, Junín, Lambayeque, Ica y Puno. Esto con el fin de identificar accesiones que sirvan de base para la producción de nuevas variedades productivas, nutritivas, resilientes y amigables con el medio ambiente.