La organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que hay más organismos vivos en una cucharada de suelo que personas en la Tierra. Un suelo saludable y biodiverso incluye vertebrados, invertebrados, virus, bacterias, hongos, líquenes y plantas que proporcionan múltiples funciones y servicios ecosistémicos que benefician a todos y a todo.
Los suelos son algo más que “tierra”; son una importante reserva de biodiversidad mundial, que apoya la agricultura y la seguridad alimentaria, regula las emisiones de gases de efecto invernadero y promueve la salud de las plantas, los animales y los seres humanos. Sin ellos, nuestro mundo no sería el mismo.
Estas son solo algunas de las razones por las que debemos tomar medidas:
- Los suelos son una reserva de biodiversidad: Los suelos albergan más del 25 % de la biodiversidad de nuestro planeta. Todo el mundo de criaturas en el suelo alimenta y protege a las plantas y ellas, a su vez, nutren el suelo.
- La biodiversidad del suelo es esencial para nuestra alimentación: son esenciales para nuestros sistemas alimentarios, se estima que el 95 % de nuestros alimentos se producen directa o indirectamente en nuestros suelos.
- La biodiversidad del suelo es necesaria para nuestra salud: la biodiversidad del suelo es una fuente importante de los recursos químicos y genéticos necesarios para elaborar nuevas medicinas. Los microorganismos del suelo se utilizan para producir antibióticos. Por ejemplo, la penicilina, uno de los antibióticos más utilizados en todo el mundo, proviene originalmente de un pequeño hongo que vive en el suelo. También pueden utilizarse para mejorar la inocuidad alimentaria y mantener las plagas y enfermedades bajo control.
- La biodiversidad del suelo nos ayuda a respirar y a luchar contra el cambio climático: los organismos del suelo tienen la capacidad de descomponer o limpiar ciertos tipos de contaminación. Por ejemplo, pueden descomponer algunos contaminantes orgánicos y convertirlos en sustancias no tóxicas. Es más, los suelos son una parte esencial del ciclo del carbono. Los suelos sanos proporcionan el mayor almacén de carbono en la Tierra. Pueden ayudar a regular la calidad del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero a través de la fijación de carbono, que limpia el aire para que podamos respirar.
- Necesitamos mantener los suelos sanos y diversos: la biodiversidad del suelo está amenazada. Algunas prácticas agrícolas insostenibles, como la labranza y el uso indebido de productos agroquímicos, los efectos del cambio climático y la contaminación del suelo son solo algunas de las cosas que pueden tener consecuencias adversas para la salud y la biodiversidad de los suelos.
- Podemos ayudar a proteger la biodiversidad del suelo: la gestión sostenible de los suelos, adaptada al tipo de suelo y su uso, es una parte integral de la protección de la biodiversidad del suelo. Por ejemplo, evitar la eliminación de vegetación de la cubierta del suelo, mantener la diversidad de cultivos, evitar los monocultivos, compostar y usar refugios naturales, como setos, para ayudar a prevenir los efectos erosivos del viento y el agua en campos grandes.
Otros son más complejos como la rotación de cultivos o la agrosilvicultura, por ejemplo, pueden mitigar el cambio climático al reducir las emisiones y almacenar carbono en la biomasa vegetal y los suelos.
Todos podemos desempeñar un papel y proteger la biodiversidad del suelo creando conciencia y abogando por la educación sobre la biodiversidad del suelo, gestionando los recursos de suelos de manera sostenible, apoyando la biodiversidad del suelo y la investigación de la sostenibilidad, invirtiendo en innovación y rechazando, reduciendo, reutilizando y reciclando materiales antes de enviarlos a un vertedero.
Muchas gracias por tu aportación. Feliz semana.