La Confederación Nacional de Apicultores del Perú (Conapi Perú), mediante un comunicado, exige la urgente intervención de las autoridades competentes para frenar la proliferación de miel adulterada que está afectando tanto a los consumidores, como a los auténticos apicultores de nuestro país, sobre todo, durante la pandemia del covid-19.
Los 50 mil apicultores, pequeños en su gran mayoría, sostienen que se viene comercializando productos como “miel de abeja”, cuando en realidad son jarabes de glucosa, sacarosa y fructuosa, sin que ninguna autoridad ejerza control ni sanción sobre ellos.
La Norma Técnica Peruana (NTP 209.168 1999) define la miel como “la sustancia natural producida por las abejas obreras a partir del néctar de las flores, secreciones de partes vivas de las plantas o de excreciones de insectos succionadores de plantas que quedan sobre partes vivas de las plantas; que las abejas recogen, transforman y combinan con sustancias específicas propias, almacenan y dejan en el panal para que madure y añeje”.
Por lo tanto, no se puede adicionar a la miel ninguna sustancia extraña, convirtiéndose esta práctica en un delito penado por las normas vigentes.
“Estos productos adulterados, suelen tener un menor precio que la miel auténtica, pues están hechos de azúcares invertidos; con lo cual se engaña al consumidor al venderle azúcares libres, que afectan su salud de los consumidores y a los apicultores a quienes priva de colocar su producto a precios justos en el mercado, obligándolos a abandonar la apicultura”, sostienen los apicultores.
Asimismo, exigen a las entidades gubernamentales, Indecopi, Senasa y Digesa que cumplan su función fiscalizadora y ejerzan su autoridad para erradicar esta práctica deshonesta que atenta contra la salud de los peruanos y la economía de los apicultores, sancionando ejemplarmente a estos inescrupulosos.
“Desde Conapi Perú reiteramos nuestro compromiso de trabajar de la mano con las instituciones gubernamentales, regionales y locales, para cuidar la actividad apícola por su valía en el cuidado del medioambiente, la agroexportación y nuestra buena alimentación”, puntualizan.
Indecopi,senasa y digesa,estan en la obligación de cumplir con sus funciones ,para así de esta manera salvaguardar los intereses y en este caso de los productores apícolas,que con tanto esfuerzo y cuidado producen la preciada miel natural para el consumidor final.
Los adulteradores de la miel,estan a la orden del día,engañando al público sin medir consecuencias fatales en su salud.Los apicultores sabemos que la miel tiene propiedades organolépticas como el color,brillo,sabor y olor;las mismas que son características propias de un producto natural y que para los entendidos es inigualable.
Como productores norteños de miel de abejas,respetamos a nuestro publico consumidor ,brindándole un producto inocuo y de calidad.Nuestro saludo a los apicultores peruanos que con su honestidad,brindan un producto auténtico y de calidad.