Por Teobaldo Ardiles Torres
La meliponicultura es la crianza y manejo de abejas sin aguijón y recibe este nombre debido a que este tipo de insectos se clasifica taxonómicamente dentro de la tribu de los meliponinos, y habitan en las zonas tropicales y subtropicales.
Sobre el tema, el Ing. Reynaldo Elizalde Vilela, especialista de la Dirección Regional Agraria (DRA)-Tumbes, junto a un equipo ha emprendido el rescate de los enjambres de abejas meliponas para poder ponerlos en colmenas especiales y así ubicarlos en lugares estratégicos para su preservación.

En los últimos meses han rescatado 20 colonias de abejas de Matapalo, provincia de Zarumilla y 15 en Casitas, Contralmitante Villar. “El potencial alimentario y terapéutico de la miel de estas abejas es superior en respecto a lo de Apis mellifera, sostiene el Ing. Elizalde Vilela.
Él señala que en Perú se estima que hay alrededor de 20 especies de abejas meliponas, mientras que en el mundo son más de 400. “En los bosques secos de Tumbes se puede encontrar a la más pequeña, se trata de trigonisca, que mide entre 2.00 a 2.50 milímetros”, sostiene.
“También se puede encontrar a la más grande, la melipona mimética, que puede llegar a medir hasta 10 milímetros. No solo eso, sino que se puede encontrar del género Trigona, que anidan en el subsuelo”, acota.

La abeja más diminuta es especial para polinizar flores muy pequeñas en las que no pueden posarse las abejas Apis mellifera. Por su parte, las meliponas grandes, conocida como abeja de palo o bermejo, produce su miel en pequeños cántaros y no en celdas.
Este trabajo se está complementado con la orientación a los agricultores a que tengan cuidado de no utilizar ciertos insecticidas cerca de los lugares donde habitan las abejas para no provocar su exterminio.
“La idea es que cerca de las enjambres se practique una agricultura ecológica, con ello cuidamos el planeta mismo y todas las especies que hacen posible una convivencia armónica”, puntualiza el Ing. Reynaldo Elizalde Vilela.