El informe “Repercusiones de la covid-19 en los sistemas alimentarios relacionados con la pesca y la acuicultura” de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que se espera que la producción acuícola mundial descienda un 1,3 %, lo que supondría la primera caída que registra el sector en varios años.
Según se indica estos sectores se han visto gravemente afectadas por la pandemia de la enfermedad por la covid-19 y podrían afrontar nuevas perturbaciones en 2021, pues los confinamientos afectarán a la oferta y la demanda en todo el sector.
La incertidumbre sigue imponiéndose en las perspectivas para los sectores de la pesca y la acuicultura, particularmente en lo que se refiere a la duración y gravedad de la pandemia.
“La pandemia ha provocado un trastorno generalizado en el sector de la pesca y la acuicultura, al haberse alterado la producción, interrumpido las cadenas de suministro y restringido el gasto de los consumidores debido a varios confinamientos», indicó la directora general adjunta de la FAO, la Sra. Maria Helena Semedo.
En la acuicultura había cada vez más indicios de que la producción sin vender daría lugar a un aumento de los volúmenes de existencias de peces vivos, lo que generaría un incremento de los costos de alimentación, así como mayores cifras de mortalidad de los peces. Los sectores con ciclos de producción más largos, como el salmón, no pueden adaptarse con rapidez a los cambios en la demanda, detalla el informe de la FAO.
A raíz de la covid-19, las preferencias de los consumidores han cambiado. Mientras que la demanda de pescado fresco ha disminuido, la demanda de consumo de productos envasados y congelados ha aumentado, ya que las familias buscan abastecerse de alimentos no perecederos.
Antes de la pandemia, el sector presentaba una tendencia general al alza. En el 2018, la producción pesquera y acuícola mundial, excluidas las plantas acuáticas, alcanzó un máximo histórico de casi 179 millones de toneladas.
La pesca de captura global, con 96,4 millones de toneladas, supuso el 54 % del total, en tanto que la acuicultura, con 82,1 millones de toneladas, representó el 46 %. En los últimos decenios, el consumo de pescado ha aumentado de forma significativa a un promedio de más de 20 kilogramos por persona.
Por ello, la FAO ha solicitado que las medidas de restricción transfronteriza que alteran el comercio de alimentos se reduzcan al mínimo en aras de la seguridad alimentaria. En el informe se instó a organizaciones sectoriales y regionales a trabajar conjuntamente para gestionar los sectores pesquero y acuícola durante la pandemia, aplicando medidas que apoyen la protección del empleo y aseguren una rápida recuperación del sector sin comprometer la sostenibilidad.