Por: Lizandro Ardiles (lizandroardilesdigital@gmail.com)
Pese a la pandemia en donde se dice que no hay trabajo para la ciudadanía, en el campo cada vez es más escaso conseguir ayudantes o peones. Los pocos que existen cobran jornales inaccesibles para el pequeño productor que se ha quedado solo en su finca y sin dinero efectivo.
“En el distrito de Óndores, provincia de Junín, un peón cobra entre 80-100 soles por día. Por falta de gente he dejado de elaborar quesos y otros derivados lácteos. Los becerros están lactando a cerca de una cincuentena de vacas lecheras, que provoca la pérdida de 400 litros de leche por día, un terrible perjuicio económico”, señala el Sr. Fernando Bravo Bustíos, ganadero y expresidente del Frente Ganadero del Perú.
“Es urgente que el gobierno genere medidas productivas y no regale los famosos bonos que está contribuyendo a multiplicar gente improductivos” añade Fernando Bravo, con quien se pueden contactar vía celular 974752159.
Similar situación se observa en productores de papas, cereales y maca, que no pueden cosechar hasta el momento. No solo ello, los precios en chacra y el ganado de carne en pie están por los suelos, porque no hay compradores y los pocos comerciantes “vivos” ofrecen precios misérrimos.