Por: Teobaldo Ardiles Torres
El Gobierno Regional de San Martín, a través de la Dirección Regional de Agricultura (DRA) y la Agencia de Desarrollo Económico Bajo Huallaga, continúa con la reactivación de terrenos con daños agrícolas, causados por los fuertes vientos en octubre del presente año, que afectó a 30 hectáreas de plantaciones de maíz en el distrito de Papaplaya, provincia de San Martín.
Por ello, como parte de este programa, entregó una tonelada de semilla certificada de maíz amarillo duro de la variedad marginal 28, con el objetivo de restablecer la producción de las familias dedicadas a esta actividad que se vieron afectados por la furia de la naturaleza.
Cabe destacar que el maíz amarillo duro es uno de los principales cultivos que dinamiza la actividad económica de la zona debido a la comercialización de granos para la crianza de pollo.
El cumplimiento de este objetivo es fruto del acuerdo realizado entre la DRA, unidad ejecutora del gobierno regional y la Municipalidad Distrital de El Porvenir – Pelejo.
La Sra. Zoila Sangama Pinchi, alcaldesa del distrito de Papaplaya, expresó que se realizará el envío de las semillas a los agricultores que fueron afectados e invocó a la población a tener cuidado y estar alertas ante cualquier cambio climático que por estos tiempos son intempestivos.
Por su parte, el Ing. Otto Chávez Oliveira, titular de Agricultura, manifestó que el compromiso del sector con la actividad agropecuaria en la región, impulsada por el gobernador Pedro Bogarín Vargas, es sentar las bases para tener en el futuro una agricultura rentable y sostenible que beneficie directamente a los productores, en el marco de la revolución productiva impulsada en esta región.
El Ing. Chávez Olivera agregó que, según datos de la DRA San Martín, existen poco más de 44 000 hectáreas dedicadas a este cultivo, pero el mayor problema que tienen es el bajo rendimiento que apenas llega a 2.1 toneladas por hectárea. Sin embargo, la variedad de maíz amarillo duro marginal 28, producido en los campos experimentales del INIA, tiene un rendimiento promedio que fluctúa entre 8 y 10 toneladas por hectárea, con características de buena producción.