La Convención Nacional de Agro Peruano (Conveagro) indica que más 660 mil familias agricultoras perdieron su producción y su escaso capital de trabajo para el 2021, poniendo en riesgo el abastecimiento de alimentos en todo el país el próximo año, ante la falta de incentivos para salvar la actividad agrícola por parte del Estado.
“El sector agricultura es el productor de más del 70 % de los alimentos que se consumen en el Perú y que necesita urgentemente de préstamos para salvar las campañas de producción con miras al 2021. Hasta el momento, la única medida importante para apoyar al agro en este sentido tiene “un avance irrisorio de apenas el 1%”, explica Clímaco Cárdenas, presidente del gremio.
“El 8 de julio el presidente, Martín Vizcarra, promulgó un decreto de urgencia para disponer de 2 mil millones de soles como fondo de garantía para el Fondo de Apoyo Empresarial al Sector Agrario (FAE-AGRO). Es una vergüenza que luego de tres meses, se haya subastado solo el 1 % de ese fondo para poder colocarlo en condición de crédito para los agricultores, a la fecha no se ha colocado ningún crédito en el sector agropecuario ”, añadió.
También aseveró que los agricultores del país están asumiendo pérdidas millonarias por más 7 500 millones de soles. “Necesitamos entender que la comida no se produce en los supermercados ni en los almacenes, estamos poniendo en riesgo la seguridad alimentaria del país. Hoy más de 660 mil familias no tienen capital para sembrar para la próxima campaña que ya finaliza”, indica.
Es preciso indicar que el Banco de Desarrollo del Perú (Cofide) adjudicó en los últimos días los primeros 20 millones de soles del programa, a favor de solo 9 entidades (cajas de crédito y financieras) que lograron estar habilitadas. Cárdenas señala que esta situación solo podría atender a unas 25 mil familias, dejando excluidos y en la incertidumbre a más de 2 millones 175 mil familias.
“En ese sentido, Lima sería una de las primeras regiones en sentir el golpe ante la falta de producción agrícola”, sostiene. La situación de escasez –explica– nos llevaría a un escenario en que tendríamos que recurrir principalmente a la importación de productos. Como es sabido, en el contexto de la pandemia esto nos haría dependientes de la disponibilidad y precios en el mercado mundial de alimentos.