Con el fin de mejorar la producción de la palta orgánica, libre de insumos químicos, un total de 263 familias productoras de siete comunidades del distrito de Luis Carranza, provincia de La Mar, región Ayacucho, participan en las escuelas de campo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), donde están aprendiendo elaborar sus propios abonos orgánicos que les permitirá mejorar la calidad del fruto.
Estos trabajos son parte de la actividad de “capacitación y asistencia técnica de la cadena de valor del cultivo de palto, en los valles del distrito de Luis Carranza – La Mar – Ayacucho”, que Devida financió a la Municipalidad Distrital de Luis Carranza con un monto de S/ 781,242, y que, además, permitirá el equipamiento con materiales de trabajo en la cosecha.
La asistencia técnica en producción de abonos orgánicos (biofertilizantes y compost) es dirigida por profesionales especialistas.
“Producir abonos orgánicos y dosificar bien en las plantas son acciones necesarias para obtener buenas cosechas y es por ello que se les enseña la elaboración de compost, biol, bocashi, abonos verdes y también el té de guano de isla. La buena nutrición de las plantas es de vital importancia para un adecuado crecimiento y está relacionado directamente con la producción y eso se le enseña al agricultor para que posteriormente continúen con esta buena práctica”, indicó el técnico de campo, Néstor Tineo Campos.
Por su parte, Nazario Quispe Limaco, paltero del anexo de Ñeccepampa, indicó que durante el proceso productivo de palto todas las actividades son importantes; sin embargo, el abonamiento y poda serian fundamentales para él.
“Sin una buena alimentación la planta no será fuerte y vigorosa y sin una buena poda, será una planta rebelde y por eso estamos comprometidos con los trabajos que nos imparten los profesionales. En el futuro nosotros enseñaremos a las nuevas generaciones”, dijo.
Según detallan los agricultores de esta parte del valle, con la producción de palta mejoraron su calidad de vida e incluso, los terrenos agrícolas tuvieron un incremento de costo, originando un repoblamiento de las localidades que se encontraban deshabitadas.