Basados en la agricultura, los mercados, el empleo, los ingresos y la salud, los sistemas alimentarios tienen implicaciones ambientales y ecológicas y deberán transformarse en el contexto de la bioeconomía para ser sostenibles.
Según Joachim Von Braun, profesor de Economía y Cambios Tecnológicos de la Universidad de Bonn, la bioeconomía brinda la oportunidad de transformación hacia una economía verde y circular.
Sin embargo, para abrazar esta modalidad productiva sin dañar la biodiversidad, especialmente en América Latina y el Caribe, la agricultura tendrá que ser más productiva y tener en cuenta el cambio climático.
Von Braun dirige el Centro de Desarrollo de Investigaciones de esa universidad alemana y participó en el Diálogo “Oportunidades para la transformación de los sistemas agroalimentarios” junto al Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero.
«La agricultura tendrá que producir más utilizando la misma proporción de tierra y los mismos sistemas de riego; y además reducir las pérdidas, es decir, tendrá que ser más productiva, o no se protegerá la biodiversidad», dijo Von Braun en respuesta a Otero, quien preguntó cuáles innovaciones harían de los vastos y reconocidos recursos biológicos de América Latina y el Caribe una ventaja comparativa.

“Los incendios que hemos visto tienen un fuerte componente de cambio climático y, en parte, están relacionados con el uso de la tierra, donde la agricultura tiene un papel importante. Esta es la perspectiva macro. Pero tenemos que mirar más allá de cómo producimos y procesamos nuestros alimentos. A medio plazo, tenemos que superar el monocultivo”, explicó Von Braun.
Luego agregó: “Necesitamos una agricultura altamente diversificada y, para eso, la agricultura digital tiene un papel. También tendrá que volverse hacia el mercado y el medio ambiente. El tercer aspecto es que tenemos que trabajar mucho más con la agrosilvicultura, dar una nueva mirada a la agricultura y trabajar con sistemas productivos buenos para la tierra y los animales”.
Cumbre de los Sistemas Agroalimentarios
Presidente de un grupo científico de la Cumbre de los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, prevista para 2021, Von Braun celebra el hecho de que, hasta entonces, habrá una serie de debates internacionales «caros a la civilización» sobre océanos, biodiversidad y clima, comenzando con la Cumbre Mundial.
“Es bueno que tengamos todos estos eventos sucediendo, ya que necesitamos mirar más a la integración de las agendas. La bioconomía es un conocimiento basado en la producción y uso de recursos biológicos, con principios y procesos innovadores para brindar productos y servicios a toda la economía de manera sustentable”, recordó.
Según el experto, América Latina y el Caribe es la principal región en términos de recursos biológicos y tiene el doble de plantas y especies que África, con una superficie más o menos similar.
“La bioeconomía es clave para los objetivos del milenio, por eso es importante asociarla con los sistemas alimentarios. La mitad de los objetivos no se alcanzarán si no se producen cambios en la economía y la bioeconomía. La pregunta es si hay suficiente biomasa para una bioeconomía sostenible y mi respuesta es sí. El tema está relacionado con los residuos en la transformación de biomasa”, continuó.
Explicó también que los senderos de discusión de la Cumbre de los Sistemas Alimentarios 2021 apuntan a la necesidad de garantizar alimentos seguros y nutritivos para todos, impulsar la producción sostenible, avanzar hacia un sistema de vivienda más equitativo, crear resiliencia a las vulnerabilidades y asegurar la sostenibilidad de los sistemas alimentarios.
“En el IICA creemos que la bioeconomía es una necesidad, especialmente desde el estallido de la pandemia y el tremendo impacto que ha tenido en la economía y el hemisferio. La agricultura es el sector más resiliente y estratégico para liderar la recuperación económica”, ponderó Otero, quien recordó que el IICA se esfuerza por llamar la atención sobre la necesidad de fortalecer capacidades, implementar políticas públicas y normativas para identificar oportunidades de cambio en las zonas rurales.