Preocupante: Los pobladores de las ciudades del Cusco y Santo Tomás (Chumbivilcas), podrían quedarse sin agua en las próximas semanas, debido a que las principales fuentes de agua se están secando, como consecuencia de la escasez de lluvias en la temporada pasada.
El presidente del directorio de la Empresa Municipal de Agua (Seda Cusco), Sr. Juan Figueroa, alertó sobre la grave situación que enfrenta la ciudad imperial debido a la reducción del suministro de agua potable proveniente de la laguna de Piuray.
Según los estudios realizados, esa laguna solía proveer 300 litros por segundo en años anteriores, pero ahora ha disminuido a casi 200 litros por segundo. Esta disminución constante, aproximadamente medio centímetro al día, ha llevado a proyectar que en tres meses la ciudad podría quedarse sin agua potable para sus habitantes.
Frente a esa situación Seda-Cusco ha enviado un documento a la presidenta Dina Boluarte solicitando la ampliación del decreto de urgencia para incluir a la ciudad de Cusco y sus distritos en el estado de emergencia.
Esta medida permitiría gestionar un presupuesto de 19 millones de soles para llevar a cabo una obra que asegure el suministro de agua potable a la laguna de Piuray.
También en Santo Tomás, Chumbivilcas, los riachuelos Aullahuachullo y Characcagua, que abastecen a la población de ese distrito, lucen bajísimos caudales, por lo que se ha comenzado a distribuir agua tratada del río Santo Tomás. Pero esta medida resulta insuficiente.
Este escenario se complica con el brutal descenso de la temperatura a dos grados bajo cero en las comunidades altoandinas de Yuraccancha y Lorema, distrito de Llusco, Chumbivilcas. Las alpacas están siendo atacadas por la neumonía.
El Ing. Samuel Huamani Llamocca, director de la agencia agraria Chumbivilcas, expresa su preocupación por esta situación y destaca la importancia de implementar medidas para la siembra y cosecha de aguas de lluvia como una solución viable.
El Ing. Lino Mercado Corimanya, director de la agencia agraria Canchis, comparte esta preocupación y destaca la necesidad de abordar de manera urgente la situación actual, implementando medidas de mitigación y adaptación para enfrentar los desafíos que plantea la sequía y las bajas temperaturas.