Cada primer domingo de febrero de cada año, se instauró el Día Nacional de la Pachamanca, un potaje ancestral peruano, con la finalidad de revalorarlo y promover el posicionamiento comercial de los productos agropecuarios proveídos por los pequeños productores de la agricultura familiar.
Este día busca impulsar la economía campesina y nativa a través del fortalecimiento de la actividad comunitaria en el entorno rural, la innovación gastronómica, el consumo sostenible de los productos agrarios y, sobre todo, el cuidado de la biodiversidad.
En el 2003, se declaró a la Pachamanca como Patrimonio Cultural de la Nación, en reconocimiento a una costumbre milenaria y fiel testimonio de la creación y sabiduría de nuestros antepasados.
En el 2015, a través de la Resolución Ministerial n.° 0577-2015-Minagri, se decretó el primer domingo de febrero de cada año como “Día Nacional de la Pachamanca”, como un tributo a un plato de la gastronomía peruana, integrado por elementos la rica biodiversidad natural de nuestro país.
En su forma más común, este potaje es el resultado de la cocción, al calor de piedras precalentadas, de carnes de vacuno, cerdo, pollo y cuy previamente aderezados con verduras aromáticas como chincho, huacatay, ají, así como comino, pimiento y otras especias. También se cocinan como acompañamiento cultivos andinos como papa, camote, choclo, habas en vaina y humitas.
Preparación por regiones
De acuerdo a la región donde se elabora, existen variedades de pachamanca que utilizan diversos ingredientes e insumos para la cocción.
Ancash: Se prepara con cerdo, vacuno, cuy, gallina, papas, camotes, choclos y haba verde en vainitas, oca en su temporada. Como aderezo se utiliza ajos, ají verde, huacatay, chincho, tamales, sobre todo las humitas, además de combustible se usa leñas y/o troncos de eucalipto o de molle.
Junín: Se elabora con carnes de cuy, alpaca, cerdo, cordero, vacuno, papas, habas, choclo, oca, camote; aderezos: sal, ají colorado, paico, achiote, chincho, humitas dulces y saladas, salsa de ají y queso (japchi). Se prepara con base a leña de eucalipto o retama.
Cusco: Se elabora en base a cerdo y carnero, papas, choclos, humitas, y con un aderezo de sal, huacatay, chincho.
Ayacucho: Se prepara con carne de res, chancho y pollo, papas, habas, camote, culantro, perejil, huacatay, espinaca, mientras el aderezo está hecho en base a ají, ajo, comino, sal, ají amarillo, chincho, chicha de jora, humitas, salsa de queso y rocoto y huacatay. El combustible que se utiliza leña de molle o huarango.
Huánuco: Es a base de carne de chancho, camote, yucas, papas, chincho, además salsa picante de ají y cebolla.
La Libertad: Se elabora en base a carne de carnero, plátanos, papas, humitas verdes. Como aderezo se utiliza el ají, chicha de jora, ajos, sal, mientras que el combustible es la leña de algarrobo.
Origen del nombre
“Pachamanca” proviene de las voces quechuas “pacha”, que significa “tierra” y “manka”, que significa “olla”, es decir “olla de tierra”.
El plato de la “Pachamanca” dentro de la cosmovisión andina, representa el enlace material y espiritual entre el hombre, la naturaleza y sus productos milenarios, estimulando una interesante fusión histórica, habiendo logrado traspasar generaciones trascendentes a nivel nacional e internacional.