La presencia de la arañita roja ha generado preocupación en los productores de palto y mango del distrito de Moro y el valle de Nepeña, en Áncash. La plaga, de la especie Oligonychus punicae, podría, en casos extremos, matar a la planta, si las labores de control son deficientes.
La plaga puede vivir en el haz y el envés de la hoja, y aprovecha el polvo para esconderse y reproducirse. Afecta hortalizas y frutales, como el palto y el mango. El riego excesivo y el incremento de la temperatura forman un escenario ideal para la aparición.
Juan Carlos Cabrera La Rosa, entomólogo e ingeniero agrario de la Universidad Particular Antenor Orrego, sostiene que la arañita roja puede vivir de 7 a 9 días desde su etapa de huevo hasta la edad adulta.
El insecto raspa las hojas maduras para alimentarse de savia y provoca la pérdida de clorofila. La fotosíntesis se afecta, se retrasa el crecimiento de la planta y disminuye la calidad de la fruta.
“La arañita ataca durante todo el año, sin embargo, el daño más importante se presenta en el llenado de frutos. Se estima que se reduce en un 40 % el llenado de frutos y una afectación del 30 % en la calidad de la fruta”, puntualiza Cabrera La Rosa.
Y, efectivamente, el Servicio para el Desarrollo Integral Rural (Sedir) ha comprobado el notorio daño que ha provocado la arañita en diferentes campos de cultivo. El color cobrizo de las plantas genera una percepción de incendio en varias chacras de Moro y del valle de Nepeña en Ancash.
¿Qué hacer?
El especialista de la UPAO sostiene que los lavados a alta presión con detergente agrícola es una forma efectiva de controlar la presencia de arañita en los cultivos. Aquella actividad cultural se debe realizar unas 4 veces por campaña. También se debe evitar el estrés hídrico y se debe quitar las malezas o plantas altamente hospederas.
La buena nutrición del terreno con la incorporación de materia orgánica ayudará a la planta a tener mayor resistencia a plagas y enfermedades. Además, se debe realizar una adecuada nutrición al cultivo.
También se puede hacer el control biológico con coccinélidos (mariquitas) y con el uso de ácaros predadores de la familia fitoseidos. Además, se puede usar coleópoteros (escarabajos) como la oligota. También hay algunos trips que se alimentan de arañitas.