Frente a la sequía que registra el norte de Perú que, como todos sabemos es eminentemente productora de arroz, AGROPERÚ INFORMA planteó algunas preguntas claves a un grupo de profesionales del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) para que nos planteen algunas propuestas para enfrentar un escenario de sequía o semisequía en esa región y manejar las precarias reservas hídricas. He aquí la respuesta del equipo integrado por los Ings. Agrs. Glicerio Canchari Carrasco, especialista en predicción agrometeorológica del Senamhi; Max Roland Lozano Chuquizuta, especialista en agronomía del Senamhi-San Martín, y Walter Iván Veneros Terán, especialista hidrometeorológico de Senamhi-Cajamarca; Dra. Ninell Dedios Mimbela, especialista agrometeorológica del Senamhi-Piura; e Ing. Carmen Reyes Bravo, directora de la Subdirección de Predicción Agrometeorológica (SPA).
— Los pronósticos de las instituciones científicas acerca del clima no son alentadores para el norte del país, que registraría bajos niveles de lluvia, en ese escenario, ¿cuál es la recomendación que ustedes harían a los productores, al Ministerio de Agricultura y Riego y las direcciones regionales agrarias?
— Para enfrentar este tipo de situaciones se requiere la participación de los tres niveles de gobierno (local, regional, central), las organizaciones de productores, las instituciones científicas, la Academia y el concurso de los mejores especialistas en cada línea de cultivos y crianzas. Dentro de ese marco, la recomendación para los agricultores, especialmente del norte, zona, cuya disponibilidad de agua, de acuerdo a los pronósticos, sería menor en relación a un año normal, como consecuencia de lluvias previstas por debajo de su promedio climático, son las siguientes:
● Planificación: Planificar la siembra de arroz en función a las condiciones agroclimáticas y las reservas hídricas, considerando que el período grande de siembras de ese cultivo comienza en diciembre y culmina en febrero. En los valles donde haya agua se debe cumplir estrictamente con las fechas de preparación de terrenos, de almácigos y trasplante de éstos a campo definitivo. En los valles con menor disponibilidad hídrica se recomienda implementar el sistema de riego por secas intermitentes para ahorrar el uso de agua. También se debería promover la técnica de “siembra directa en seco”, lo que permite optimizar el uso del recurso hídrico que demanda el “batido del terreno” durante la preparación. Del mismo modo es recomendable realizar riegos ligeros, donde el nivel de agua no exceda los 5 centímetros, especialmente durante las etapas fenológicas críticas del arroz como la germinación, desarrollo de panoja, floración y llenado del grano. En esa misma línea, priorizar la siembra de variedades semi-precoces como el INIA 508-Tinajones, INIA 513- La Puntilla, IR-43, entre otras, puesto que las variedades de periodo vegetativo largo, demandan mayor uso de agua.

● Los cultivos alternativos: En los valles arroceros con escasez de agua, en caso de ser posible agroclimáticamente, es preferible optar por cultivos alternativos al arroz, como algodón, maíz, frijol y otros cultivos menos exigentes en agua, para lo cual se les debe facilitar paquetes tecnológicos para garantizar el manejo de dichos cultivos. En la sierra norte se debe promover el uso de semillas de papa y maíz de las variedades de corto periodo vegetativo, frente a un escenario de un posible déficit hídrico o que las lluvias se retrasen más allá de diciembre. Otra opción sería impulsar los cultivos de trigo y cebada para las zonas de secano o dependientes de lluvias; mientras que, en las parcelas bajo riego se puede optar por hortalizas. Más allá de eso, se debe fomentar el uso de técnicas de acolchado (mulch), que permitirá mantener la humedad en la zona radicular de la planta en mayor tiempo posible, con la finalidad de mitigar los impactos de una posible deficiencia hídrica.
● Paquetes tecnológicos: Entretanto, el Ministerio de Agricultura y Riego, las direcciones regionales agrarias y los comités de gestión regional agraria (CGRA) difundir y socializar las herramientas de soporte (avisos meteorológicos, pronósticos agrometeorológicos y de riesgo agroclimáticos) que elabora Senamhi para una adecuada y oportuna toma de decisiones de los productores agrarios. Asimismo, deberían promover paquetes tecnológicos y/o técnicas agronómicas efectivas, que respondan a las necesidades de los productores, en el marco del proyecto “Preparación y respuesta a emergencias por eventos climáticos y la prevención y reducción de riesgos”.
— ¿Qué medidas específicas debería impulsar y ejecutar el gobierno en las zonas afectadas?
— 1) Implementar sistemas de riego eficientes para una mejor respuesta ante un posible escenario de déficit hídrico. 2) Promover la siembra de cultivos con menor demanda hídrica, periodo vegetativo corto y variedades adaptadas a las condiciones agroclimáticas locales. 3) Impulsar el desarrollo de la innovación y la investigación orientada al uso eficiente y sostenido de los recursos naturales. 4) Rescatar tecnologías y conocimientos ancestrales locales. 5) Fomentar la transferencia integral de tecnología, que incluya la cadena productiva y acceso a mercados. 6) Promover la construcción de qochas o microrreservorios familiares o comunales para suplir las necesidades hídricas durante el período seco.
— ¿Qué cultivos menos exigentes en agua recomendaría?— En aquellos casos en los que es posible sembrar cultivos alternativos, en función a las condiciones agroclimáticas locales, se recomendaría aquellos que requieren menor cantidad de agua y que el agricultor disponga de conocimiento y tecnología para su aplicación. En el cuadro se adjunta un listado de cultivos como camote, girasol, paprika, frijol, maíz, cebolla, entre otros, sembrados en la costa norte, que constituyen parte de la cartera de los productores y que tienen menor requerimiento hídrico con respecto al arroz.


— ¿Y en pastos cultivados?
— Podría ser una de las alternativas, especialmente aquellos tipos de pastos que tienen cierta resistencia como las leguminosas y las gramíneas; sin embargo, es importante que el agricultor disponga de una infraestructura de riego, ya que estos cultivos no pueden tolerar largos periodos de déficit de agua. Por otro lado, la mayoría de los pastos cultivados son de naturaleza permanente, es decir, estos cultivos pueden durar varios años; por lo tanto, aquellos agricultores que decidan hacer el cambio por esta alternativa, deben modificar su sistemas de producción y articularse al nuevo mercado, siendo un proceso que requiere tiempo y asistencia técnica.
— Como el arroz es un cultivo exigente en agua, se supone que en el norte habrá una reducción del área dedicada a ese cultivo, ¿habrá que aumentar las siembras en la Amazonía?
— Podría ser una buena oportunidad para que los productores de arroz de la región amazónica incrementen sus áreas sembradas, sobre todo en los próximos meses (diciembre a febrero), porque tienen ventaja de mayor disponibilidad hídrica. Sin embargo, los factores fitosanitarios, el mejoramiento de la infraestructura de riego y la accesibilidad, podrían ser sus limitantes.