Las arequipeñas Jacqueline Cruz Loayza, egresada de Ingeniería Industrial de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), y su hermana Isemar, biotecnóloga y diseñadora de modas, ganaron el premio internacional «Espíritu Emprendedor en Química Sostenible» por producir un biocuero hecho por microorganismos que se alimentan de residuos vegetales y frutales.
Las peruanas se impusieron en el concurso organizado por la prestigiosa Fundación Elsevier y el Centro Colaborativo Internacional de Química Sostenible (ISC3), tras competir en la final con proyectos de Estados Unidos, Países Bajos y Nigeria.
El biocuero tiene propiedades similares al cuero animal e incluso se puede alterar la textura, resistencia, grosor y flexibilidad. La emprendedora, Jacqueline Cruz, dijo que ya cuentan con prototipos terminados luego de realizar pruebas del producto y también han fabricado algunos accesorios con este material, que les ha permitido ganar otros reconocimientos.
“Este premio, a diferencia de otros que hemos recibido centrados en el emprendimiento o la moda, nos abre muchas puertas en el campo de la investigación, que es algo que nos interesa mucho. A partir del premio podremos hacer mucha más investigación en materiales biosustentables. Además, confirma nuestro potencial en este campo”, aseguró Jacqueline Cruz.
Las emprendedoras ahora están enfocadas en la etapa de escalamiento buscando obtener muestras más grandes del biocuero además de instalar una planta de producción piloto para empezar a producir. A fines del próximo año se espera esté lista la planta de producción.
Respecto al precio de producción del biocuero, Jacqueline asegura que es menor pero la inversión en investigación es grande; aun así, los costos serán competitivos con los del cuero animal.
El dato
La Fundación Elsevier es la mayor editorial de libros de medicina y literatura científica a nivel internacional. Junto al ICS3 organizan el premio para promover la capacidad y el desarrollo comunitario en el campo de la química verde y sostenible en países emergentes. Su fin es estimular la investigación química innovadora que ayude al medio ambiente y a las comunidades.